Navegando el Mundo Digital con nuestros hijos

En la era digital en que vivimos, la tecnología se ha vuelto omnipresente en nuestras vidas. Los avances tecnológicos nos han cambiado: han cambiado la manera en la que nos relacionamos con el mundo, ha cambiado la forma en que aprendemos y, sin duda, ha cambiado el modo en que nos relacionamos con otras personas. Todos estos cambios, suponen una gran cantidad de nuevos retos para ti, que eres madre, de ti que eres padre de esa criaturita que empieza a interactuar con el mundo digital, o que lo va a hacer en breves. Una pregunta fundamental a la que intentaré dar respuesta en este artículo es: ¿Cómo puedo enseñar a mis hijas y a mi hijos a interactuar de una forma saludable y equilibrada con el mundo digital?

Comunicación abierto: la base de una crianza tecnológica saludable

Es imprescindible establecer una comunicación abierta y honesta para generar un ambiente en el que nuestros hijos estén cómodos compartiéndonos sus experiencias, inquietudes y problemas en línea.

Dentro de esta comunicación, es necesario hablar de los aspectos positivos y negativos que la tecnología conlleva. Es especialmente importante empezar desde una edad temprana hablarles acerca de la importancia de la privacidad en línea, la ciberseguridad y el comportamiento digital apropiado.

Límites saludables y apropiados a la edad madurativa

Establecer unos límites en cuanto a horarios y tipo de uso de la tecnología es fundamental para el buen desarrollo de la tecnología en nuestros hijos. Esto implica crear unos horarios específicos en los que se pueden utilizar los dispositivos electrónicos, además de establecer normas sobre el tipo de contenido que por su edad es adecuado que vea en internet.

En cuánto a los límites de horas diarias, debemos seguir las recomendaciones que las asociaciones de pediatría nos brindan, que a grandes rasgos son las siguientes:

-De 0 a 2 años evitar por completo el uso de pantallas, con salvedades muy puntuales, como ponerles un vídeo mientras estamos con ellos para cantar una canción, o para que algún familiar los vea y los salude.

-De 3 a 5 años el uso debe ser inferior a una hora diaria, siempre con contenido de calidad elegido por nosotros, los padres, y siempre con nuestro acompañamiento, nunca solos. Y, ¿qué consideramos contenido de calidad? Pues videos, programas o actividades interactivas con un contenido educativo que estimulen su lenguaje, que fomenten el desarrollo cognitivo a través del juego y que les ayuden a aprender actitudes de empatía y respeto.

-De 6 a 9 años no podemos hablar de una limitación de tiempo tan tajante, aunque no es recomendable que esta supere la hora en días lectivos y las dos horas en fines de semana y festivos. En esta etapa, cobra especial importancia la parte de la comunicación, para establecer unos límites más pautados con ellos e ir actualizándolos cada poco tiempo, debido a los cambios rápidos que van experimentando.

–A partir de los 10 años si bien es amplio este espectro de edad, es fundamental reforzar los hábitos saludables aprendidos previamente. En esta etapa es importante empezar a hablar de forma abierta sobre el ciberacoso, la información inadecuada para su edad, la pronografía, el quedar con desconocidos y el envío o recepción de imágenes con contenido sexual. Otro aspecto que cobra especial importancia en esta etapa son las redes sociales. La edad óptima para el inicio del uso de las redes sociales son los 14 años, siempre con supervisión por nuestra parte.

La clave está en el ejemplo

Los padres, somos los principales ejemplos para nuestros hijos en la mayor parte de los aspectos de su vida. No van a hacer lo que les digamos, harán aquello que vean que hacemos. Y es por ello que debemos evaluar el uso que nosotros le damos a la tecnología, para que vean y aprendan mediante nuestro modelado a usar de forma responsable la tecnología. Si mi hijo ve que yo estoy metido en redes sociales antes de irse a dormir, mientras le digo que antes de dormir no puede estar con la tablet, será mucho más difícil que nos haga caso que si ve que, después de cenar ya no utilizo el móvil.

También podemos utilizar la tecnología de forma activa para interactuar con nuestros hijos, creando actividades en línea como juegos educativos o proyectos creativos que promuevan la colaboración y el aprendizaje mutuo. Los padres podemos inspirar a nuestros hijos a hacer un uso creativo de la tecnología.

Bienestar emocional

El bienestar emocional de nuestros hijos puede verse afectado por el uso excesivo de la tecnología. Es importante que estemos atentos a cómo la tecnología puede afectar emocionalmente a nuestros hijos, desde la ansiedad causada por las redes sociales, hasta el insomnio provocado por utilizar dispositivos electrónicos durante la noche, o la ira causada por determinados videojuegos.

Los padres debemos motivar a nuestros hijos a hacer actividades que no involucren dispositivos electrónicos, es decir, fomentar la actividad física, la creatividad y las relaciones interpersonales: llevarlos a un deporte, a jugar al parque, a clases de arte, pasar tiempo de calidad con su familia, etc.

También es fundamental, como comentaba previamente, alejar la tecnología antes de la hora de dormir, para crear unas rutinas saludables de sueño y asegurar un descanso apropiado.

Desarrollar pensamiento crítico para cuando no estamos

Aunque nos gustaría poder proteger en todo momento a nuestros hijos, la realidad es que no podemos estar todo el día encima de ellos, y tampoco sería bueno si pudiéramos hacerlo. Es por ello que es necesario que desarrollemos en ellos una visión crítica que les permita evaluar y discernir el contenido en línea. Tenemos que intentar desarrollar en nuestros hijos habilidades para que sean capaces de identificar noticias falsas o para saber proteger su privacidad en línea.

Una de las formas en que podemos hacer esto es motivando a nuestros hijos a cuestionar y analizar aquello que encuentran en internet, haciéndoles dudar de la fuentes no fiables, como los vídeos de influencers o streamers, y enseñándoles cómo buscar contenido fiable.

En definitiva, los padres nos enfrentamos a desafíos nuevos, únicos y complejos para la crianza de los hijos en esta era digital. No obstante, recurriendo a la comunicación abierta y bidireccional, estableciendo unos límites adecuados para el desarrollo y atendiendo a las necesidades emocionales de nuestros hijos, podemos orientarlos de forma segura y responsable por el mundo digital.

Si necesitas tener una información más detallada sobre cómo puedes educar a tus hijos en esta era digital, no dudes en ponerte en contacto conmigo.

Las adicciones tecnológicas y su impacto en nuestro día a día

En la era digital en la que ya estamos inmersos, los videojuegos, las redes sociales y la tecnología en general se han convertido en un poderoso imán que nos atrapa sin que apenas seamos conscientes. Estas adicciones modernas no solo afectan a nuestra salud mental, sino que también socavan nuestras relaciones personales, nuestro rendimiento académico y laboral, e incluso nuestra propia identidad.

Imaginemos un niño que pasa horas pegado a su videoconsola o a su pc, ignorando las tareas escolares y la interacción social con sus amigos. Imaginemos un adolescente que se sumerge en un mar interminable de publicaciones en redes sociales, comparándose constantemente con vidas perfectas y ficticias, mientras su autoestima se desmorona.

Esto es lo primero que nos viene a la mente cuando imaginamos una adicción tecnológica, pero no solo los jóvenes están atrapados en esta telaraña digital. Un adulto que deja de lado sus relaciones familiares, su entorno y su bienestar personal porque pierde la noción del tiempo cuando está con su teléfono inteligente. Un estudiante universitario que está perdiendo amistades porque pasa horas obsesionado con alcanzar nuevos niveles en un videojuego.

Estos también son ejemplos de adicciones tecnológicas.

Los videojuegos y las redes sociales son especialmente adictivos debido a su diseño y funcionalidades que activan los centros de recompensa en el cerebro. En otras palabras, cuando utilizamos estas aplicaciones, nuestro cerebro libera dopamina, una sustancia química que nos hace sentir bien. Con el tiempo, nuestro cerebro comienza a asociar estas actividades con la sensación de bienestar, lo que nos lleva a utilizarlas de manera compulsiva.

Encontrando el equilibrio en el mundo digital

Es cierto, todo esto puede parecer abrumador, pero existen formas efectivas de superar estas adicciones tecnológicas. Como psicólogo experto en adicciones tecnológicas y en salud digital, estoy aquí para ayudarte a encontrar el equilibrio en el uso de la tecnología. Trabajando juntos podremos identificar los desencadenantes que te llevan a utilizar los videojuegos o las redes sociales de forma excesiva, desarrollaremos estrategias efectivas para reducir su uso y que sepas cuándo y cómo poner límites adecuados para tu bienestar.

«existen formas efectivas de superar estas adicciones tecnológicas«

Mi enfoque terapéutico se basa en que lleguemos a comprender las raíces de tu adicción y desarrollemos una estrategia personalizada para superarla. Durante todo este proceso trabajaremos juntos para identificar los desencadenantes emocionales y los patrones de pensamiento que te llevan a buscar refugio en el mundo virtual, y veremos como esto ha afectado a tu vida diaria, a tu entorno y a tus relaciones interpersonales.

A través de la terapia individualizada y el soporte de los grupos de apoyo entrenaremos las herramientas necesarias para enfrentar tu adicción de manera efectiva. Aprenderemos a establecer unos límites saludables, a manejar el tiempo que pasas frente a la pantalla de forma equilibrada y a reconectar con el mundo real, disfrutando de las relaciones importantes y consiguiendo un bienestar emocional duradero.

Durante todo este proceso te acompañaré en el camino, brindándote apoyo, comprensión y las habilidades necesarias para construir una relación sana con la tecnología.

No necesitas enfrentar tú solo esta lucha contra las adicciones tecnológicas. Contacta conmigo y empecemos a trabajar juntos para recuperar tu salud y tu bienestar. Si unimos fuerzas podemos encontrar el equilibrio adecuado para que puedas llevar una vida plena y saludable tanto en línea como fuera de ella.