Adicción a redes sociales

¿Cosa de jóvenes?

Hoy en día, la mayoría de las personas tenemos y hacemos un uso habitual de las redes sociales (RRSS). Hasta ahora se ha pensado que esto de las redes sociales estaba solo relacionado con los jóvenes y que, por tanto, solo estas personas podían tener problemas relacionados con las redes.

Hoy en día la presencia en RRSS de personas mayores ha aumentado. Es raro no encontrar una empresa en una red social u otra, del mismo modo que es poco habitual que una persona no disponga de alguna red social.

Estas personas adultas, muchas veces con sus propios hijos, tratan de poner límites al uso que éstos dan a las redes sociales, no siendo conscientes del uso que ellos mismos dan.

Podemos empezar a dejar a un lado la idea de que solo los adolescentes y los jóvenes pueden tener problemas con las redes.

Tanto es así que en consulta estamos viendo un aumento de personas jubiladas que llegan a desarrollar problemas con las redes y la tecnología, al disponer de más tiempo libre y no encontrando unas actividades alternativas para ocupar su tiempo.

Persona anciana mirando el teléfono móvil

¿Por qué usamos las redes sociales?

¿Se puede hacer un uso responsable de las redes sociales?

El objetivo que buscaremos en el tratamiento de una adicción a redes sociales no se centra en eliminar por completo su uso, sino en lograr una reducción significativa y saludable que nos permita recuperar el equilibrio en nuestra vida digital y personal.

En este proceso terapéutico, exploraremos las dinámicas subyacentes que nos llevan a depender excesivamente de las redes sociales. Esto implica identificar los factores emocionales, psicológicos y sociales que influyen en nuestro comportamiento en línea, así como reconocer los posibles desencadenantes que nos impulsan a pasar largos períodos de tiempo en plataformas digitales.

La meta es desarrollar una relación más consciente y equilibrada con las redes sociales. Esto implica aprender a utilizarlas de manera más selectiva y deliberada, enfocándonos en actividades y conexiones significativas, en lugar de caer en hábitos compulsivos y poco saludables.

Es importante entender que la reducción del uso de redes sociales no implica una desconexión total, sino más bien un cambio en la forma en que interactuamos con ellas. Se trata de encontrar un punto de equilibrio que nos permita disfrutar de los beneficios de la conectividad digital sin que esto interfiera negativamente en nuestra salud mental, relaciones personales y productividad.

Es importante entender que la reducción del uso de redes sociales no implica una desconexión total, sino más bien un cambio en la forma en que interactuamos con ellas. Se trata de encontrar un punto de equilibrio que nos permita disfrutar de los beneficios de la conectividad digital sin que esto interfiera negativamente en nuestra salud mental, relaciones personales y productividad.

A lo largo del proceso terapéutico, trabajaremos en el desarrollo de estrategias prácticas y herramientas de afrontamiento para gestionar de manera efectiva el impulso de revisar constantemente nuestras redes sociales. Esto puede incluir técnicas de autocontrol, establecimiento de límites saludables, gestión del tiempo en línea y el fomento de actividades alternativas que promuevan el bienestar y el crecimiento personal.

Al comprometernos con la reducción del uso de redes sociales, no solo estamos priorizando nuestra salud mental y emocional, sino también cultivando un mayor sentido de conexión y autenticidad en nuestras relaciones interpersonales y en nuestra vida en general.

Cuando pierdo el control sobre las redes sociales:
Del entretenimiento a la adicción

Podemos considerar que el uso habitual de las redes sociales pasa a ser algo problemático, e incluso una adicción, cuando hacemos un uso descontrolado y continuo de los entornos digitales sociales, las redes sociales.

Los estudios al respecto, nos indican que entre media hora y dos horas al día de uso de redes sociales es el tiempo máximo recomendado de su uso. Si bien esto es útil como orientación, lo cierto es que estos tiempos varían en función de la persona y de su situación.

Por ello consideramos más relevantes otros aspectos que nos pueden dar la clave para saber si podemos tener una adicción a las redes sociales. Para ello piensa en el último año de tu vida y piensa en qué medida las siguientes frases pueden coincidir contigo:

Hombre pensativo en el sofá

El tiempo que no puedo estas conectado, me lo paso pensando en el momento de volver a conectarme

Cuando me conecto, pierdo la noción del tiempo y paso cada vez más horas conectado

Chica joven mirando el móvil
Persona mirando el móvil en la cama

Cuando tengo problemas personales, uso las redes sociales para evadirme

He intentado ponerme un límite de tiempo, pero me lo suelo saltar

Persona mirando el móvil en la cama
Mujer joven deprimida en una silla

Me genera ansiedad cuando no puedo estar conectado a las redes sociales

El uso de las redes sociales me han hecho tener discusiones y/o problemas con mi familia, en el trabajo o en la escuela

Mujer recriminando a otra

¿Cómo ha ido esta prueba rápida?

¿Ha salido como esperabas o te ha sorprendido?

Cuéntame tus resultados, tus impresiones y cualquier pensamiento o inquietud que tengas al respecto, estaré encantado de poder responderte y, si es necesario, podemos concertar una primera cita para hablar en más profundidad y con más tiempo.

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