¿Por qué jugamos a videojuegos?
Ya sea en solitario, jugando juegos para un único jugador desde la comodidad del sillón de tu casa, o en tu habitación, conectado a otros jugadores para jugar partidas cooperativas, los videojuegos nos proporcionan gran cantidad de horas de entretenimiento y diversión. Tanto es así que los videojuegos se han convertido en la principal forma de ocio audiovisual.
Efectivamente, si has prestado atención he dicho que nos proporcionan, pues yo mismo juego de forma asidua a videojuegos.
Volvamos sobre la pregunta:
¿Por qué jugamos?
Todos los que jugamos a videojuegos, lo hacemos por nuestras propias razones y, aunque podamos creer que estas razones son únicas, lo cierto es que la mayoría jugamos por algunos de estos motivos, o por varios de ellos:
“Yo juego porqué me entretiene”
“Yo juego porqué estoy con mis amigos”
“Yo juego porqué me relaja”
“Yo juego porqué me hace sentir bien”
“Yo juego porqué me gusta competir”
De la pasión a la adicción:
el lado oscuro del gaming
Los videojuegos actuales están consiguiendo que pasemos más tiempo conectados y pendientes de las novedades, actualizaciones de contenido y recompensas diarias. Con esto, las empresas quieren tener un mayor control sobre nosotros, para que creemos una comunidad cada vez mayor entorno a su juego y que esta siga creciendo.
Esto lo están consiguiendo gracias a la unión de varias características que tienen un mayor potencial adictivo cuanto más se unen:
- La modalidad online, que nos permite jugar con o contra jugadores de todo el mundo en cualquier momento
- No tienen un final cerrado, siendo juegos masivos o de partidas rápidas en los que no hay un final, pues siempre se consiguen recompensas para seguir mejorando
- Las loot boxes (cajas botín) son un elemento tremendamente adictivo, pues comparten características con las apuestas
- El mito del gamer profesional, hace que muchos jóvenes inviertan una gran cantidad de horas practicando con la esperanza de llegar a convertirse en uno de ellos
¿Reducir o dejar? ¿Qué buscamos en terapia?
En nuestro proceso terapéutico, nos enfocaremos en el objetivo de reducir el uso de los videojuegos hasta alcanzar un equilibrio saludable que nos permita desenvolvernos plenamente en todas las áreas de nuestra vida. Esta meta conlleva explorar alternativas de entretenimiento distintas, así como rescatar aquellas actividades que solíamos disfrutar pero que hemos dejado de lado.
Para lograr este propósito, es crucial cultivar una motivación sólida hacia el cambio. Esto implica establecer metas personalizadas que sean significativas y atractivas para ti, lo que favorecerá un mayor compromiso y entusiasmo en el proceso terapéutico. Te acompañaré en todo el proceso para que encontremos esa motivación y la potenciemos para que sea tu motor de cambio.
Es fundamental comprender que el éxito en nuestro camino hacia la reducción del uso excesivo de videojuegos no depende únicamente de una motivación inicial sólida. Requiere también perseverancia y la capacidad de seguir adelante a pesar de los obstáculos que puedan surgir en el trayecto.
Es natural que en este proceso nos enfrentemos a momentos de dificultad donde podamos caer en viejos hábitos. Es importante entender que estas recaídas no son un fracaso, sino una parte normal del proceso de cambio. En realidad, estos momentos nos brindan una valiosa oportunidad para reflexionar sobre nuestras herramientas y estrategias actuales, evaluando cómo las estamos aplicando y si necesitamos desarrollar otras nuevas.
La sinceridad es fundamental en estos momentos. Al compartir nuestras experiencias y desafíos durante la terapia, podemos utilizarlos como puntos de partida para un crecimiento aún mayor. Si examinamos qué nos ha llevado a recaer en viejos patrones de conducta, podemos ajustar de forma nuestras estrategias a abordar las áreas que necesitan más atención.
Recuerda que cada obstáculo superado nos acerca un paso más hacia nuestro objetivo final. Con el apoyo adecuado y un compromiso continuo, podemos seguir avanzando hacia una vida más equilibrada y satisfactoria.
¿Cómo sé si tengo problemas con los videojuegos?
Recuerda el último año de tu vida y piensa si las siguientes imágenes pueden cuadrar con situaciones que te puedan haber ocurrido.
¿Cómo ha ido esta prueba rápida?
¿Ha salido como esperabas o te ha sorprendido?
Cuéntame tus resultados, tus impresiones y cualquier pensamiento o inquietud que tengas al respecto, estaré encantado de poder responderte y, si es necesario, podemos concertar una primera cita para hablar en más profundidad y con más tiempo.
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